23 de septiembre de 2020 -
Pocos lugares capturan la esencia de Irlanda como esta emblemática región. Situada principalmente en el condado de Galway, en Connemara la lengua, la cultura y las formas de vida tradicionales irlandesas aún se conservan intactas. Si queremos descubrir el alma de esta verde isla debemos sin duda dejarnos cautivar por Connemara, territorio que enamoró a celebridades como Oscar Wilde. Sus rincones encantadores y salvajes paisajes enamorarán a cualquier visitante.
Estas son solo 10 de las mejores cosas que podrás hacer recorriéndola:
1. Visitar el Parque Nacional de Connemara
Este vasto y virgen parque nacional es la tierra de los adorables ponis de Connemara, los ciervos rojos, las praderas, las montañas, las ciénagas, los brezales y los bosques majestuosos. Aunque se puede recorrer en automóvil, muchos de sus visitantes deciden quedarse varios días para recorrer a pie los numerosos senderos.
2. Recorrer la famosa “Sky Road”
Esta ruta escénica de 16 kilómetros está considerada como una de las mejores de Irlanda. Las vistas de los espectaculares acantilados, montañas y paisajes costeros son simplemente impresionantes, y hay múltiples puntos de observación en los que poder detenerse y contemplar vistas que literalmente nos llevarán al cielo. ¿No tienes coche? No hay problema. Definitivamente vale la pena también caminar por la “Sky Road”.
3. Visitar Clifden
Con un telón de fondo de montañas y océano, Clifden es la ciudad más grande de Connemara y su capital no oficial. Esta encantadora y animada ciudad está repleta de elegantes restaurantes, cafeterías y tiendas de regalos, galerías de arte y un montón de pintorescos pubs irlandeses en los que florece la música y la cultura tradicional.
4. Enamorarse de la Abadía de Kylemore
Sin duda una parada obligatoria en Connemara. La Abadía de Kylemore es una de las postales más conocidas de la región y está considerada como uno de los edificios más románticos de Irlanda. Construida originalmente como un castillo y regalada como un ostentoso obsequio en 1867, cuenta con una arquitectura impresionante, un jardín amurallado victoriano, una hermosa iglesia gótica, y vistas impresionantes. Capítulo aparte merecen las historias que han sucedido en su interior, y que hacen de esta visita un “must” de Irlanda.
5. Recorrer el pueblo de Cong
Este encantador pueblo fue el lugar de rodaje del clásico irlandés de 1952 “The Quiet Man” o “El Hombre Tranquilo” en español, protagonizado por John Wayne y Maureen O'Hara. Entre los muchos lugares que hay que ver están la Abadía de Cong, el Castillo de Ashford (convertido hoy en día en uno de los hoteles más lujosos del mundo) y, por supuesto, el Museo del Hombre Tranquilo en homenaje al popular film.