San Patricio, una fiesta popular y multitudinaria donde el color verde, los tréboles y las cervezas son parte distintiva del festejo. Pero lo que muchos nos saben es que hay mucho más allá de estos símbolos con los que se asocian instintivamente en los diferentes países del mundo las celebraciones de San Patricio. Los irlandeses tienen una manera única para rendir homenaje a su patrón, y es a través de algunas las tradiciones y costumbres genuinas que desvelamos a continuación.
Festín culinario: empezar con un buen desayuno
A los irlandeses les encanta empezar el Día de San Patricio con un buen desayuno: abundante fritura de salchichas, tocino, huevos, morcilla y el famoso pan de patata y el pan de soda de la isla. Por la tarde, el bocado que no puede faltar es el tradicional bollo de mantequilla de pan de trigo fresco. Y para la cena, un abundante estofado irlandés, hecho habitualmente con cordero, zanahorias, cebollas y patatas, un rosbif con champ (puré de patatas mezclado con cebolletas) o colcannon (puré de patatas mezclado con repollo). Cualquier momento del día es bueno para darse un buen homenaje en Irlanda.
El color que nunca puede faltar: el verde
Una de las razones por las que Irlanda se tiñe de verde en San Patricio es para hacer honor a su cariñoso apodo: la Isla Esmeralda. Se cree además que San Patricio usó el trébol verde para explicar a la gente la Santísima Trinidad y por eso, históricamente, hacer alarde del color esmeralda o llevar un trébol consigo estuvo prohibido por las connotaciones religiosas. El color originalmente asociado a San Patricio fue en un principio el azul, y el color verde fue finalmente introducido en las festividades de San Patricio en el S. XVIII, cuando el trébol se convirtió en el símbolo nacional. Gracias a la popularidad del trébol y a que el verde tiene una fuerte asociación con el paisaje irlandés, el color ha quedado instaurando en esta festividad.
Algunas leyendas hablan incluso de que todo el mundo debe llevar algo verde en el día de San Patricio para ser invisible de los malvados elfos (leprechauns) y evitar ser pellizcado por ellos. Lo que está claro es que hoy día casi ningún irlandés saldrá de casa en San Patricio sin hacer algún un guiño a este color.
Un imprescindible: los desfiles
Resulta interesante que el primer desfile del Día de San Patricio no tuviera lugar en Irlanda, sino en Boston, Estados Unidos, en 1737. Le siguió un desfile "oficial" en Nueva York en 1766. A Irlanda llegó un poco más tarde a la ciudad amurallada de Waterford, en 1903, mientras que Dublín se unió a la tradición en 1931.
Desde entonces, los desfiles se han convertido en toda una institución en la isla; desde el evento multitudinario que serpentea las grandes ciudades de Dublín y Belfast, hasta los desfiles locales de Cork, Sligo, Kilkenny y la histórica Waterford. Toda la isla se suma a esta exhibición gigantesca de color, música tradicional, danza, arte, teatro callejero, fuegos artificiales y mucha diversión. Además, este año los desfiles adquirirán mayor importancia y simbolismo si cabe, ya que regresan después de una pausa de dos años por la pandemia.
Probar a bailar cèilidh en los más de 7.000 pubs
En San Patricio no hay pub irlandés que no cuente con espectáculos en directo de música tradicional desde primera hora de la tarde hasta la madrugada. Y es que no hay nada que les guste más a los irlandeses en estas fechas que disfrutar de la rica cultura musical de la isla, muchas veces acompañada de una pinta de Guinness o una copa de whiskey irlandés.
Por ello es muy habitual que, tras el desfile de San Patricio, la población se reúna en los más de 7.000 pubs que se pueden encontrar a lo largo de la isla. Allí es común encontrarse a la gente bailando “cèilidh”, una danza tradicional de los pueblos gaélicos, o disfrutando de danzas tradicionales como el Waves of Tory, Walls of Limerick y el Fairy Reel. Ese día, no hay bebida que se levante que no vaya acompañada del brindis sláinte (salud) o Beannachtam na Feile Padraig. (¡Feliz día de San Patricio!).
Sumergirse en las experiencias de la Irlanda rural
No hay ni un solo lugar a lo largo y ancho de la isla donde no se celebre San Patricio. Esta festividad tiene lugar tanto en Irlanda del Norte como en la República de Irlanda, y es la fiesta nacional más importante de todo el calendario. Sin embargo, cada lugar celebra este hito con carácter auténtico y propio, como en las zonas de Gaeltacht (zona donde se habla gaélico), donde es habitual acudir a carreras de caballos, disfrutar de partidos deportivos de la GAA, y reunirse con familiares y vecinos para cantar las canciones y danzas tradicionales del Día de San Patricio.