Atravesar el auténtico rural irlandés pedaleando por las vías del tren
En pleno corazón de la mágica Ruta Costera del Atlántico se encuentra el condado de Mayo, territorio Gaeltacht, o lo que es lo mismo, identidad gaélica en estado puro. Aquí, en medio de paisajes apabullantes (Doo Lough, Parque Nacional de Ballycroy…) y a un paso del encanto georgiano de Westport, se encuentra Kiltimagh, hogar de poco más de un millar de personas en el que las tradiciones y las costumbres lejos de esconderse, se manifiestan solas.
Este rinconcito de Irlanda, rodeado de algunos de los lugares más espectaculares del país, como el Croagh Patrick, despierta ahora a un turismo responsable y sostenible con una actividad única. Aquí, sobre una vía ferroviaria que lleva más de 60 años sin escuchar el trasiego de pasajeros y mercancías, se ha inaugurado el primer Velo Rail de Irlanda. La posibilidad de volver a hacer esos románticos viajes en tren a través de los hermosos paisajes irlandeses, pero en ‘bicicleta de riel’. Siete kilómetros pedaleando sobre bicicletas estilo kart, que se han montado sobre las mismas vías del tren, con una cubierta superior y capacidad para acomodar de 2 a 5 personas. Una manera original de adentrarse en el auténtico rural irlandés: el de ovejas, campos de infinitas tonalidades verdes, casas de pueblo y muros de piedra.
Para ciclistas más apasionados, la Great Western Greenway: una de las rutas en bicicleta más largas de Irlanda, que une Westport y la isla de Achill. Un viaje a pedales a través de tierras reinadas en el siglo XVI por la Pirata Grace O’Malley, por los acantilados marinos más altos del país y por paisajes inmensos que parecen descubrirse por primera vez a los ojos del viajero.