“He escrito esta obra para mantener ocupados a los expertos en literatura durante los próximos trescientos años”, afirmó James Joyce justo después de publicar
Ulises (1922). La publicación de la novela supuso una batalla por sacar el libro adelante e involucró a editores, libreras, directoras de revistas y escritores amigos situados en Londres, París y Nueva York, convencidos de la valía de la obra.
Joyce comenzó a escribir
Ulises en 1906, en Roma, donde viajó para trabajar en un banco. La revista estadounidense
Little Review empezó a publicarla por entregas en 1918. Sus propietarias recurrieron a un impresor de origen serbio que casi no entendía inglés. La Sociedad para la Supresión del Vicio de Nueva York
consideró el material inmoral y pornográfico, y detuvo la publicación en 1920. En 1922, la librera norteamericana
Sylvia Beach, propietaria de la emblemática librería Shakespeare & Co
, editó la obra en París en 1922 con una estrategia parecida: un impresor de Dijon que no entendía inglés. En Estados Unidos el veto no se levantaría hasta 1933, y en 1934 apareció la primera edición allí.
Con todo en contra y contra todo pronóstico, Ulises llegó a convertirse en el libro que abrió camino a la modernidad, y hoy muchos lo consideran la obra más importante en lengua inglesa del S. XX. El centenario de su publicación en 2022 es sin duda una ocasión para Irlanda de rendir homenaje a la obra de mayor repercusión de la historia de su literatura. Las celebraciones se llevarán a cabo durante el primer semestre del año, comenzando con la fecha de publicación original de Ulises, el 2 de febrero de 1922, que fue también el 40º cumpleaños de Joyce, y se prolongarán hasta el 16 de junio, día en que Dublín celebra el festival de Bloomsday recordando las vivencias del protagonista de la novela, Leopold Bloom.