A punto de cumplir 13 años desde que la UNESCO declaró a Dublín como Ciudad de la Literatura, los motivos siguen siendo muchos para acercarse a esta fábrica natural de talento y creatividad. La inspiración surge en cada rincón de esta ciudad, sede de la mayoría de las instituciones culturales nacionales, como la Biblioteca Nacional, los Archivos Nacionales, que guardan material relacionado con la ciudad desde 1171, el Museo de la Literatura de Irlanda, bautizado como MoLi en un guiño a Molly Bloom, la heroína de Joyce en el Ulises, o la Biblioteca Chester Beatty, con su destacada colección de manuscritos islámicos y arte oriental.
El recuerdo de Oscar Wilde o James Joyce se respira por la capital irlandesa en cientos de planes y lugares. Los murales del aeropuerto, los puentes sobre el río Liffey, el Literary Pub Crawl (tour por los mejores pubs de la ciudad con actores que interpretan fragmentos de las grandes obras de los escritores dublineses), festivales literarios (Bloomsday o el IMRAM), la Old Library y su Long Room o el Premio Literario de Dublín. Toda una declaración de intenciones con las letras que se consagra con cuatro Nobel de Literatura estrechamente vinculados a Dublín: George B. Shaw, W.B. Yeats, Seamus Heaney y Samuel Beckett. La literatura corre por las venas de los irlandeses y por cada arteria de la ciudad.
Pero el legado literario de Irlanda no es solo cosa del pasado; está vivo y aumenta cada año gracias a una fuerte industria editorial y un sólido apoyo al sector de las administraciones públicas. De ahí que Conor McPherson sea "el mejor dramaturgo de su generación" en palabras del New York Times o Maeve Binchy sea una de las narradoras costumbristas más queridas del mundo. Dublín sigue inspirando hoy, como a Sally Rooney en su aclamado Gente Normal.
Pero no todo queda en la capital. Dublín bombea la literatura desde las raíces más profundas a toda la Isla Esmeralda, tierra fértil de autores de renombre. Las letras son uno de los cimientos que sostienen el orgullo y la historia de esta isla que sigue cosechando premios de prestigio, como el Man Booker 2018 y el National Book Critics Circle 2019 que la norirlandesa Anna Burns recibió por su novela Milkman o el Dublin Literary Award, uno de los galardones literarios con mayor dotación económica del mundo.
Más allá de las calles de Dublín, se pueden seguir los pasos de cuatro grandes autores irlandeses por cuatro regiones del país. A través de las obras de WB Yeats, Seamus Heaney, Bram Stoker o CS Lewis, se descubre la Irlanda inspiradora de siempre.