Madrid, 16 de noviembre de 2017
Ya sea en inglés (“Merry Christmas”), en gaélico (“Nollaig Shona Duit”) o en el escocés del Ulster (“Ablythe Yuletide”), lo importante para los irlandeses es transmitir sus buenos deseos para estas fechas tan señaladas. Y sobre todo, hacer gala de su reconocida hospitalidad e invitar a los visitantes a que se unan a sus particulares y tradicionales celebraciones navideñas.
Oficialmente, la Navidad comienza en Irlanda el 8 de diciembre. Es el momento del encendido de la iluminación y de la apertura de los mercadillos navideños, dos elementos que contribuyen a crear el ambiente festivo en ciudades como, Belfast, Galway o Waterford, entre otras. Productos artesanales, gastronomía típica de estas fechas, coros de villancicos, cuentacuentos, o un buzón para que los más rezagados puedan dejar su carta a Papa Noel, son algunas de las actividades y atractivos de estos mercadillos, donde se recrea de forma única y particular el ambiente navideño.
Y si los más pequeños de la casa no se conforman con realizar sus peticiones a Santa Claus en alguno de estos mercadillos, entre los Montes de Mourne, en el Condado de Down, se esconde Santa’s cottage, el refugio de Papa Noel. Allí podrán conocer a su querido reno Rudolph, visitar el taller donde trabajan los elfos o degustar alguna de las recetas elaboradas por Mamá Noel.