Madrid, 05 de noviembre de 2019.
Un total de 247 kilómetros de experiencias únicas conectan Belfast con Derry-Londonderry a través de la ruta costera de la Calzada. Una aventura inolvidable colmada de playas, senderos, castillos y ‘columpios’ que permite a cada visitante conocer los tesoros que esconde Irlanda del Norte con el mar como protagonista de cada postal.
Desde Belfast se puede planificar y personalizar el viaje a través de RoadTrips by TomTom, situando la primera e imprescindible parada a 32 kilómetros de distancia. Se trata del sendero de los Gobbins, un recorrido repleto de historia que se erige sobre los acantilados de basalto. Esta ruta, caracterizada por su gran biodiversidad y sus más de 100 años de antigüedad, se ha convertido en una experiencia magnífica gracias a su puente tabular y el Wise’s eye, un punto del sendero espectacular donde contemplar la gran belleza del océano.
La costa de Antrim se ha convertido en un punto de referencia también para los amantes de Juego de Tronos. Y es que, más allá de la localidad costera de Cushendun, en una playa cercana a los valles de Glendun y Glencorp, se encuentran las Cuevas de Cushendun el lugar donde Melisandre da a luz a la sombra que mataría a Renly Baratheon.
Una de las mejores postales de la Ruta costera de la Calzada se encuentra en el puente de cuerda de Carrick-a-Rede. Uniendo la isla de Carrick con el condado de Atrim, fue construido hace 350 años por los pescadores de la zona. A 30 metros de altura sobre el mar, disfrutando de la brisa y el balanceo de la pasarela, se puede contemplar la isla de Rathlin e incluso Escocia.