Muy pocos asocian el nombre de Drácula a la ciudad de Dublín. Pero la obra más conocida del autor dublinés Bram Stoker está intrínsecamente ligada a la ciudad, y mucha de la inspiración para su imaginación gótica no la encontró en Transilvania, como sería de esperar, sino en algunos lugares de su ciudad natal. Tal fue el calado de su obra, que su inmortal personaje siempre encuentra la forma de volver a la vida y es uno de los que más veces se ha llevado a la gran pantalla, hasta convertirse en uno de los símbolos del terror por excelencia que vuelve a cobrar vida cada año por Halloween.
Pero los amantes de la novela gótica y el terror no tienen que esperar a la noche de Halloween para homenajear al vampiro más famoso de todos los tiempos, ya que se pueden seguir sus pasos durante los 365 días del año recorriendo varios enclaves de la ciudad de Dublín. Diferentes localizaciones sumergen al visitante en un mundo de castillos, criptas y sitios emblemáticos que inspiraron a Bram Stoker a escribir uno de los hitos de la literatura de terror.
Todo comienza en el número 15 de la calle Marino Crescent, en el barrio de Clontarf, al norte de la ciudad, en un edificio de tres pisos de estilo georgiano con vistas al parque Bram Stoker y a la bahía de Dublín. Allí, el autor pasó gran parte de su infancia postrado en la cama debido a una misteriosa enfermedad, alimentándose de multitud de libros de mitos, leyendas y relatos que nutrieron su espíritu reflexivo e imaginativo. En este mismo distrito se encuentran el cementerio de San Juan Bautista y las ruinas de su iglesia, donde Bram Stoker y sus hermanos fueron bautizados.
La siguiente parada nos lleva hasta la biblioteca Marsh (Marsh Library), perfectamente escondida junto a la catedral de San Patricio, y de la cual Bram Stoker era un asiduo visitante durante sus años de estudiante. Allí solía consultar libros sobre algunos poetas ingleses como Benjamín Jonson o Chaucer, pero también fábulas antiguas, libros de geografía, cosmografía y astrología. También se cree que leía habitualmente libros sobre Transilvania. Stoker se graduó después en el Trinity College, y fue presidente de su Sociedad Filosófica. Durante las décadas anteriores, los pasillos de esta emblemática institución en Irlanda habían sido frecuentados por ladrones de cadáveres que proporcionaban a los estudiantes de medicina cadáveres de forma irregular para su disección, algo que también pudo nutrir más la mente del autor. De hecho, el Trinity College es uno de los lugares emblemáticos del misterio en la ciudad y los visitantes pueden hacer un tour nocturno por la Biblioteca Antigua y el Libro de Kells.
La ruta tras los pasos del creador de Drácula incluye otros puntos de interés como Dublin Castle, el complejo gubernamental que albergó la sede del gobierno británico antes de la independencia y donde Stoker trabajó unos años, siguiendo los pasos de su padre como funcionario público. El castillo se remonta al S. XIII y las historias horribles de las mazmorras y decapitaciones pudieron alimentar aún más la imaginación del escritor.