Descubre a grandes reyes y héroes

Sumérgete en relatos de batallas y coraje en el Ancestral Este de Irlanda

Héroes santos, guerreros intrépidos y reyes sabios, estas tierras místicas son el hogar de numerosas figuras legendarias de la historia irlandesa

1. Los orígenes de Cú Chulainn

El mayor héroe de Irlanda inició su vida como un chico llamado Setanta que soñaba con unirse a los temibles caballeros de la Rama Roja del rey. Abandonó su hogar con destino a la corte real con tan solo su querido palo hurley y un sliotar (una pelota). En un banquete ofrecido por Culann, el herrero del rey, Setanta fue atacado por el enorme perro lobo del anfitrión. Para defenderse y con una temible fuerza, Setanta golpeó al perro en la garganta con su "sliotar" y lo mató. Atenazado por la culpa, Setanta se ofreció a ocupar el lugar del perro hasta que pudieran entrenar a otro. A partir de ese día se le conoció como Cú Chulainn, "el perro de Culann", y llegó a convertirse en uno de los mayores héroes de Irlanda.

2. Cormac Mac Airt, el rey sabio

El gran rey de Irlanda Cormac Mac Airt, de quien se dice que reinó desde la colina de Tara durante 40 años, fue un líder justo y célebre. Su padre murió en batalla a manos de su rival por el trono, Lugaid, y Cormac creció sin saber que tenía sangre real. Cuando se descubrió la verdad, viajó hasta Tara, en el Condado de Meath, donde gracias a su sabiduría ocupó su legítimo lugar como rey. Cormac volvió a levantar las murallas de Tara y, bajo su liderazgo, el país prosperó. 

3. El fuego de San Patricio en la colina de Slane

En el año 433 d. de C, cuando los druidas celebraban su día de fiesta en la próxima colina de Tara, en el Condado de Meath, San Patricio planeó encender el fuego de la cristiandad en la colina de Slane. Cuando las llamas del fuego pascual de San Patricio se alzaron en el cielo y el humo cubrió el paisaje, se informó al gran rey Laoire de su acto provocador y el monarca decidió apagar el fuego para evitar que ardiera eternamente. Sin embargo, una vez en presencia del airado rey, la fe y los valores cristianos de San Patricio impresionaron hasta tal punto al gobernante que le permitió predicar libremente su credo por toda la isla.

 

4. El bautismo de reyes en la Roca de Cashel

La Roca de Cashel, que se eleva majestuosa sobre el valle dorado de Tipperary, fue la residencia de los reyes de Munster durante más de mil años. Esta colección sagrada de ruinas del castillo y de monumentos monásticos, que conforma una imagen mística y funesta, es donde San Patricio convirtió al cristianismo al rey Aenghus. Medio siglo después, el poderoso Brian Boru fue coronado rey de Irlanda aquí, tras haber unido al país bajo un solo líder por primera vez en la historia.

5. Fuego y gloria en lo alto de la colina de Uisneach

En el corazón de la región central de Irlanda, en lo alto de la colina de Uisneach, en el Condado de Westmeath, encontrarás una enorme y desgastada roca caliza conocida como Aill na Míreann (la Piedra de las divisiones). Pisa con cuidado porque te encuentras en el lugar de descanso sagrado de la diosa Ériu, que dio su nombre a Irlanda. Este lugar sagrado era el lugar de encuentro de las antiguas provincias, donde los primeros fuegos de Bealtaine (verano) se encendieron. La tradición se ha retomado recientemente con el Festival del fuego, animando las celebraciones a través del fuego, la música y los espectáculos.

6. La muerte de Fionn mac Cumhaill

Es bastante obvio que la piedra Cloghmore, una roca de granito de 40 toneladas que se encuentra sobre la cima de una montaña de 305 metros por encima de Rostrevor, en el Condado de Down, debe de haber llegado hasta ahí a manos de un gigante. Cuentan que la lanzó el legendario héroe Fionn mac Cumhail (Finn McCool) durante una pelea contra otro gigante. El esfuerzo de lanzar esa enorme roca que aplastó a su enemigo lo dejó sin fuerzas. Tras su triunfo, se estiró sobre Slieve Foy y nunca despertó. Con los años, su cuerpo se transformó en roca y aún puede verse su perfil hoy en día.