Continuando desde la ruta costera de la Calzada en Irlanda del Norte, tu primera incursión en la ruta costera del Atlántico te llevará hacia los cabos del norte. La naturaleza aquí es espectacular y sugerente, desde los muros verticales de granito en algunos de los acantilados marinos más altos de Europa en Slieve League, hasta el baile de la Aurora Boreal en los cielos rasos invernales, o los millones de aves marinas que se reúnen en los grandes estuarios. Empezando en la frontera de los condados de Londonderry y Donegal en Muff, esta ruta serpentea por los grandes espacios de naturaleza salvaje en la península de Inishowen antes de dirigirse hacia la gloriosa costa del noroeste.
Día 1
Mares turbulentos, nubes pasajeras y aves marinas haciendo remolinos… los cabos del norte se abren hacia la península de Inishowen entre paisajes impresionantes y un especial encanto salvaje.
Tiburones peregrinos, la Banba's Crown y Star Wars
Cuando dicen que Donegal tiene un lado salvaje, eso incluye el mar y el cielo. En esta salvaje península solitaria puedes hacer una excursión en barco desde Culdaff, Greencastle o Rathmullan para avistar tiburones, orcas o delfines. Si el clima es favorable, mira hacia el cielo y podrías ver la Aurora Boreal (las 'luces del norte'). Aunque su aparición depende de que se den las condiciones climáticas adecuadas, Inishowen tiene la suerte de recibir a menudo la visita de este maravilloso espectáculo de luces. El baile de colores sobre Banba's Crown y Malin Head es una visión asombrosa; no nos extraña que los creadores de Star Wars lo eligieran como localización de rodaje para El Despertar de la Fuerza: Episodio VIII.
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Conoce al chef de Donegal Brian McDermott (también conocido como The No Salt Chef, o el 'chef sin sal') en su escuela de cocina en Moville.
Una historia marítima y un antiguo fuerte
Con un entorno así de asombroso, es imposible que no exista una relación profundamente arraigada entre la maravillosa gente de Inishowen y el mar. Fascinantes relatos de cómo la vida local se ha nutrido de la naturaleza, y una perspectiva de lo que yace en las profundidades del océano pueden encontrarse en el Museo Marítimo de Inishowen y el Planetario de Greencastle, que acoge información sobre todo desde tiburones peregrinos hasta los bombarderos B17. Tampoco dejes de visitar la extraordinaria iglesia de San Aengus (1967) en Burt, inspirada en el ancestral fuerte de piedra Grianán de Aileach.
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Pásate por Harry's Bar & Restaurant en Inishowen, ganador del premio Mejor Restaurante del Condado de Donegal en los Irish Restaurant Awards.
Las referencias de Ptolomeo a Grianán de Aileach
La carretera hacia la península de Inishowen corta por unas 1.200 hectáreas de tierra ganada al mar en Burt, y es un lugar excelente para avistar pájaros y hacer senderismo. Pero estamos subiendo la colina hacia el famoso Grianán of Aileach, una fortificación circular prehistórica restaurada, con vistas absolutamente espectaculares. Esta proeza arquitectónica aparecía incluso en el mapa del mundo que realizó el astrónomo y geógrafo griego Ptolomeo en el siglo II.
El viaje de un santo y obras de arte fascinantes
Viaja en el tiempo al siglo VI. Europa había sido invadida por tribus paganas pero se encontraba en medio de una nueva cristianización, de mano de una resurgente iglesia irlandesa. San Colmcille era la figura más destacada de esta época, no solo en Irlanda sino en todo el mundo cristiano. Su historia se cuenta a través de artefactos y paneles hermosamente reproducidos en el Centro Patrimonial Colmcille, junto a obras de arte de artistas locales. Para otra exposición fascinante, pon rumbo a Glebe House y Galería: la Colección Derek Hill, que alberga obras de artistas como Picasso y Kokoshka.
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Cena en el Lemon Tree Restaurant de Letterkenny: cocina irlandesa contemporánea inspirada en raíces clásicas francesas. Delicioso.
Día 2
Aunque la fama le llegó por tener uno de los faros más bellos del mundo y por la Fuga de los Condes, la huida del conde de Tyrone y Rory O'Donnell en 1607, no nos extrañaría que te olvidaras de estos detalles en cuanto veas el panorama que tienes ante ti. Prepara tu cámara de fotos.
Fanad Head
Este cabo expuesto y salvaje es un paraíso de fauna silvestre, con focas grises, delfines y aves marinas. Pero la joya de la corona tiene que ser el faro de Fanad Head, que lleva protegiendo a los marinos que navegan estas costas desde que se construyera en 1817, en respuesta al trágico naufragio de la fragata Saldanha, unos pocos años antes. Sube los 76 angostos escalones hasta la cima de la torre para disfrutar de estupendas vistas de la costa norte, escucha los relatos de loros naufragados y oro perdido en el tour del faro, o alójate en una de las casas del farero y tómate todo el tiempo necesario para disfrutar de este hermoso rincón de costa.
SI TIENES MÁS TIEMPO
Haz una visita al castillo de Doe, donde cuentan que recibieron cobijo los supervivientes naufragados de la Armada Española.
El Parque Nacional de Glenveagh y la obra de un irlandés
Enclavado dentro de las 16.000 hectáreas de Parque Nacional encontrarás el castillo de Glenveagh. Este majestuoso bastión con sus torreones y torres irlandesas fue construido por John George Adair, un nativo de Laois que hizo fortuna como especulador en la América del siglo XIX. Quería que el castillo destacara entre los sobrecogedores paisajes que lo rodeaban… y lo consiguió. Glenveagh ha albergado a una impresionante lista de huéspedes glamorosos como Marilyn Monroe, Charlie Chaplin y Greta Garbo. Un castillo hecho para las estrellas.
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Después de pasear por la finca, lo propio es relajarse en las salas de té y el restaurante del castillo de Glenveagh para probar comida casera de primera.
Una isla con su propio rey
Cuando San Colmcille desembarcó en la isla Tory en el siglo VI, recibió la ayuda de un miembro de una familia local. Agradecido, el santo le coronó rey de la isla. Desde entonces no se ha roto la dinastía. Toma el barco hoy en día a la isla de habla gaélica y el rey actual, Patsy Dan Rodgers, te estará esperando para darte la bienvenida, mostrarte la singular cruz de tau y contarte cómo Tory llegó a ser un bastión de los fomoré, una raza sobrenatural cuya figura más conocida era Balor, ¡el del ojo maligno!
Cabo sangriento y Balor del ojo maligno
A pesar de su siniestro nombre, Bloody Foreland, o cabo sangriento, no esconde ningún relato trágico que haya provocado el apelativo. En realidad, su nombre deriva del sol al atardecer, que tiñe las rocas de un profundo color rojo. Pero esto es Irlanda, y donde no existen los datos siempre hay folclore. Esta historia se centra en un desagradable señor de la guerra, "Balor del ojo maligno" (sí, el mismo), que terminó asesinado por su nieto Lugh Lámh Fhada. Hay quien dice que la marea de sangre que brotó del maligno ojo de Balor fue lo que tiño esta ladera. Ya sea realidad o ficción, las vistas desde aquí son simplemente espectaculares.
SI TIENES MÁS TIEMPO
Tómate algo en un pub local como Teac Jack o Teach Hiúdaí Beag, o dirígete a Leo's Tavern, famoso por ser el hogar familiar de Enya, Clannad y Moya Brennan.
Día 3
Esta franja de tierra soporta el embate diario del poderoso Atlántico, aunque los tozudos farallones marinos se niegan a caer bajo la fuerza de sus olas. Pero no te preocupes, hay costas más suaves para acercarte al agua…
Un icono musical y un increíble farallón en forma de arco
Hay mucho para hacer cerca de Dungloe. Sumérgete en el corazón musical del pueblo y te toparás con uno de los artistas más famosos de Irlanda, Daniel O'Donnell, al que se rinde homenaje en el centro de visitantes de la calle principal. Quédate un rato por aquí para disfrutar de una palpitante sesión de música tradicional irlandesa en Beedy's Bar, propiedad de la familia de Moya Doherty, cofundador de Riverdance. Y si vienes a principios de mayo, llegarás justo a tiempo para unirte al fin de semana de senderismo de Dungloe, el Dungloe Walking Weekend, donde la 'craic' (diversión) está garantizada. Si te cuesta asimilar tanto, espera a ver el farallón en forma de arco en el cercano Maghery, que desafía a la gravedad y te dejará maravillado.
SI TIENES MÁS TIEMPO
Haz una excursión a la isla de Arranmore desde Burtonport. Incluso puedes alquilar tu propia embarcación en Inishfree Charters, y verlo todo a tu ritmo.
Sumérgete en las vistas de Glenties
El pueblo de Glenties se encuentra en un lugar donde convergen dos glens (valles) y dos ríos, el Owenea y el Stracashel: el Owenea es el más famoso de los dos por su pesca. Nuestra recomendación es que traigas tu caña de pescar, saques tu permiso en el Owenea Angling Centre y disfrutes de un buen rato de pesca. Si quieres olvidarte de las botas de agua, puedes explorar las salas del Museo y Centro Patrimonial de San Connell, donde verás una emocionante conmemoración de la Gran Hambruna de 1845-1847, cuando quedó destrozada la cosecha de patatas de Donegal.
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Que también tomen nota los amantes del golf: el Narin and Portnoo Golf Club es un precioso campo de 18 hoyos con vistas panorámicas de la bahía de Gweebarra. ¿Alguien se apunta a unos hoyos?
El hogar del tweed en Donegal
Te quedarás absolutamente encantado con la cálida bienvenida que recibirás en la comunidad unida de Ardara. Mientras, en el Donegal Tweed Centre podrás descubrirlo todo acerca de la tradición del tweed tejido a mano (verás que no podrás marcharte sin llevarte una muestra de este precioso tejido a casa). Justo a las afueras de Ardara, pasada la catarata de Assaranca, encontrarás las cuevas de Maghera. Cuentan que en la época de las Leyes Penales los lugareños se escondían aquí para evitar ser capturados.
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Prueba Nancy's Bar, un famoso pub tradicional gestionado por la familia McHugh, la amabilidad personificada.
Día 4
A veces las carreteras perdidas o los rincones remotos son los únicos destinos que merecen la pena. Refresca mente, cuerpo y espíritu entre Glencolmcille y Donegal.
Una mirada al pasado en Glencolmcille
Aunque la situación remota de Glencolmcille se ha descrito como "el más allá", es una injusticia para la belleza de esta zona, salpicada de moradas ancestrales y tumbas megalíticas. Glencolmcille debe su nombre a San Columbo, uno de los tres santos patrones de Irlanda, que llegó a este valle durante el siglo VI. Conocida en otra época por su actividad de contrabando, un viaje a la playa de Silver Strand te recompensará con vistas impresionantes de una playa preciosa rodeada de acantilados rocosos, mientras que los tours guiados de la aldea folclórica (Folk Village) ofrece una cálida bienvenida de Donegal y una experiencia íntima de cómo se vivía antaño.
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Visita Malinbeg para saber más sobre el aire que te deja los labios salados y la mente renovada.
Acantilados marinos y aves marinas arremolinadas
Uno de los platos fuertes de cualquier visita a Donegal son los maravillosos acantilados marinos de Slieve League, que con 601 m son unos de los más altos de Europa. Deja el coche y disfruta del paseo hasta el mirador, donde te esperan espectaculares vistas de la bahía de Donegal y las montañas de Sligo. Y busca las piedras que deletrean la palabra "Éire", una ayuda de navegación para aviones durante la Segunda Guerra Mundial. Cerca de allí, en el diminuto puerto de Teelin, una figura con capucha marrón aprieta las manos solemnemente en oración junto a un barco. Este monumento simboliza a los monjes del siglo V que partieron de este rincón histórico de Donegal para navegar a los peligrosos mares de Islandia.
SI TIENES MÁS TIEMPO
Regálate un almuerzo en Kitty Kelly's, especializado en marisco y cocina francesa.
Fuerte de los extranjeros y marisco recién llegado del barco
Killybegs tiene vistas hacia la bahía de Donegal, hasta el faro de St John's Point y la inconfundible montaña de Ben Bulben en Sligo. Al ser el principal puerto pesquero de Irlanda, tiene una profunda conexión con el océano. Todo esto se explica de forma preciosa en el Centro Patrimonial y Marítimo. En la embocadura de la bahía está la ciudad de Donegal Desde el castillo de Donegal hasta las ruinas del monasterio franciscano todo está envuelto en trascendencia histórica. Para ver este hermoso lugar desde el mar, súbete a un Donegal Bay Waterbus, un autobús acuático que ofrece maravillosas vistas de las montañas de Bluestack, Seal Island y la propia bahía.
SI TIENES MÁS TIEMPO
Reserva una mesa en Harvey's Point, votado mejor hotel restaurante en los Irish Restaurant Awards. O para algo más informal, pásate por The Harbour Restaurant o The Village Tavern. Delicioso.